Arbitraje: una forma definitiva de resolver conflictos
El arbitraje es un proceso privado en el que las personas en conflicto acuerdan que un tribunal —formado por especialistas— sea quien tome una decisión final.
Ese tribunal puede estar integrado por profesionales técnicos o abogados, según el tipo de arbitraje que se elija.
La decisión que se emite, el laudo arbitral, tiene el mismo valor legal que una sentencia judicial.
Es una excelente alternativa al juicio para quienes buscan una solución técnica, jurídica o basada en principios de equidad, de forma más ágil, confidencial y especializada.
¿Cómo se inicia un arbitraje?
Mediante una solicitud escrita, una de las partes presenta el requerimiento arbitral ante el CRC.
A partir de ahí, inicia el proceso de conformación del tribunal y la etapa arbitral.
¿Y si el conflicto es de menor cuantía?
Cuando la suma en disputa es de menor cuantía, se puede realizar un arbitraje abreviado, un proceso más ágil y simplificado.
¿Qué tipos de arbitraje existen?
Pericial
Tribunal técnico formado por especialistas del CFIA. Ideal para controversias con alto contenido técnico.
De derecho
Tribunal de abogados expertos. La decisión se fundamenta en la ley aplicable.
De equidad
Tribunal compuesto por profesionales del CFIA con amplia trayectoria. La decisión se basa en criterios de justicia y experiencia.
De equidad mixto
Dos miembros del CFIA y un abogado. Equilibrio entre lo técnico y lo legal.